En la urbanización de Los Monasterios, en Sagunto (Valencia), y con la imponente Sierra Calderona como telón de fondo, se implanta esta vivienda unifamiliar proyectada por Rubén Muedra Arquitectura. Un proyecto de 554 m² construidos sobre una parcela de 1.181 m², concebido en 2022 y ejecutado entre 2024 y 2025, que se erige como una pieza contemporánea de geometría pura, donde el paisaje mediterráneo es el verdadero protagonista.

La vivienda se articula mediante dos volúmenes superpuestos y contrastados: un basamento blanco y rotundo que ancla la casa al terreno, y un cuerpo superior revestido en tonos oscuros y coronado por lamas, que aporta ligereza y matiza la incidencia solar. Entre ambos, grandes superficies acristaladas generan un filtro de transparencia que conecta sin interrupciones el interior con el exterior, borrando los límites entre habitar y contemplar.

El acceso se produce a través de un recorrido ordenado y preciso, con piezas pétreas que flotan sobre el jardín. Desde esta primera aproximación, la vivienda transmite el rigor geométrico y minimalista que define la obra del estudio. El interior, diseñado por el propio Rubén Muedra Arquitectura, se despliega en espacios luminosos y continuos, donde la materialidad se reduce a lo esencial: superficies blancas, pavimentos pétreos y carpinterías enrasadas que acentúan la pureza de la forma.

En planta baja, el gran espacio diáfano de salón, comedor y cocina se abre mediante un ventanal de suelo a techo hacia la terraza, la piscina y el pabellón anexo. Esta piscina, de traza lineal y cristalina, se convierte en la prolongación del horizonte, reflejando tanto el azul del cielo como la presencia de la montaña. El pabellón exterior acoge una zona de barbacoa y comedor bajo cubierta, prolongando la vida doméstica hacia el jardín con naturalidad y fluidez.

La planta superior se destina a la zona de noche, con el dormitorio principal y las estancias secundarias asomándose al paisaje a través de terrazas protegidas con barandillas de vidrio. La transparencia permite una relación franca con el entorno, al tiempo que preserva la intimidad de la vida interior.

En definitiva, se trata de una vivienda que sintetiza la filosofía del estudio: la búsqueda de la excelencia arquitectónica a través de la precisión formal, la pureza material y la integración con el entorno. Una arquitectura donde la luz mediterránea, el paisaje de la Calderona y la vida contemporánea se encuentran en un equilibrio perfecto.